miércoles, 21 de mayo de 2008

$4.5 TRILLONES DE DÓLARES BORRADOS DE LOS MERCADOS ACCIONARIOS MUNDIALES EN UN MES


La implosión de la burbuja de créditos secundario de hipotecas se transforma en global

Laurence Coates, Rättvisepartiet Socialisterna, CIT Suecia, Estocolmo, jueves 23 de Agosto de 2007.

¿Que tan seria es la turbulencia en los mercados globales de valores? y ¿Puede restaurar la tranquilidad, la intervención del banco central, como la reducción de la tasa de interés del viernes pasado por la Reserva Federal de EEUU? Comentando acerca de la intervención de la FED, el Telegraph (Londres, 19 de agosto), advirtió que el mundo sigue enfrentando "la crisis financiera más seria desde que las cotizaciones globales colapsaron en 1987."

Detrás del tumulto de los mercados de valores está lo que el Washington Post llamó "una crisis total de crédito y liquidez" provocado por la implosión de la burbuja de hipotecas de EEUU y en particular por el sector de alto riesgo del mercado secundario de hipotecas. El enorme crecimiento del mercado secundario de hipotecas – préstamos a compradores de viviendas con malas historias de crédito o con niveles de deudas excesivas - resume tanto la locura como el parasitarismo sin restricción del capitalismo moderno.

Los socialistas somos partidarios de un sector de viviendas de propiedad, y bajo control, público para suministrar lugares de vida decentes y con bajas rentas, en lugar del actual mercado inmobiliario despiadado que toma sus victimas entre las familias comunes de clase trabajadora con pocas opciones excepto a una deuda de por vida.

Mientras la burbuja de la vivienda crecía durante los últimos seis años, el mercado secundario de hipotecas crecía como un gigantesco esquema piramidal totalizando más de #1.300 billones de dólares o cerca de un octavo de los préstamos totales de los hogares en los EEUU.

La explosión de la burbuja inmobiliaria el año pasado dejó a los bancos y a los fondos de inversión de riesgo, que hicieron grandes ganancias con la locura del mercado secundario de hipotecas, enfrentando grandes perdidas. Los fondos de inversión de riesgo, son compañías de inversión con mucho secretismo que ejercen una influencia decisiva sobre el mercado financiero global, representando un tercio de todas las transacciones de valores de Wall Street. Debido a la ingeniería financiera a una escala sin precedentes, las deudas del mercado secundario de hipotecas y de otras formas vinculadas de "chatarra" financiera, han sido reempacadas y vendidas como "activos" a bancos y fondos de inversiones de riesgo alrededor del mundo, operando bajo la ilusión que como los préstamos están basados en los EEUU son una apuesta segura. El resultado es el equivalente financiera de la enfermedad de la vaca loca, con cadáveres contaminados del mercado secundario de hipotecas extendiéndose por toda la cadena alimenticia global. Nadie sabe donde o cuando ocurrirá el próximo brote.

Una ola de colapsos de fondos de riesgo – aproximadamente uno al día – ha estremecido al sistema financiero global, empezando con el colapso de dos fondos en Bear Sterns de Nueva Cork a mediados de junio. Esto fue seguido por estallidos en Australia, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Japón, Holanda y Suiza.

"Es como cabritas de maíz en un hervidor", dijo el director de un fondo de riesgo en Nueva Cork. "Primero tienes una o dos cabritas, luego se vuelve una cacofonía."

Cada nuevo colapso o señalamiento de un fondo, provoca un nuevo ataque de pánico en los mercados de valores, donde los fondos de riesgo mismos suman una gran participación de las operaciones diarias. Si hace una década atrás los fondos de riesgos eran ampliamente periféricos, hoy día están en el centro del sistema financiero global, casi todos los bancos importantes han establecidos sus propios fondos de riesgo para llevarse una tajada de la acción. Toda el impacto de esto fue llevado a casa el 8 de agosto por ondas frenéticas en el BNP Paribas, el banco más grande, de cotización en bolsa, en Francia, como resultado de billones de euros de perdidas en el mercado secundario de hipotecas en tres de sus fondos de riesgo. En Alemania a fines de julio, el gobierno Merkel se vio obligado a organizar un salvataje de $4.8 billones de dólares para el IKB Deutsche Industriebank, un banco de tamaño medio. Apenas diez días antes de la operación de salvataje, IKB había anunciado que prácticamente no sería afectado por su exposición en los mercados secundarios.

Colapso del crédito

Un colapso del crédito o crisis de liquidez significa que los bancos y otros prestamistas de deuda de "alto-riesgo", se niegan a extender nuevos préstamos. En las últimas semanas los principales bancos has estado rehusando prestar incluso unos a otros a través del llamado mercado Inter-bancario que lubrica las ruedas del sector financiero. Esto explica la inyección masiva de liquidez por bancos centrales, liderados por el Banco Central Europeo en Europa, que ha bombeado 204 billones de euros adicionales en la última quincena. La FED en los EEUU, y los bancos centrales en Japón, Australia y otros mercados regionales han seguido la medida con inyecciones de crédito más pequeñas pero todavía considerables. Hasta ahora, sin embargo, estas medidas han fracasado excepcionalmente en restaurar la estabilidad en los mercados financieros.

"La gente está perdiendo la fe en el crédito, así que la economía se está agarrotando," subrayó el patrón de fondos de riesgo, Barton Biggs.

Las caídas acumuladas de los mayores mercados de valores desde la erupción de la crisis en julio son más del diez por ciento, la definición oficial de una "corrección". Esto ha borrado la asombrosa suma de 4.5 trillones de dólares de los mercados globales de valores en cuatro semanas. La semana pasada (13-17 de agosto) solamente, la caída del índice Dow Jones fue casi diez por ciento, mientras que el índice Topix share de Tokio cayó 9.4 por ciento. El índice FTSE de Londres se vino abajo 12.5 por ciento y el DAX alemán 9.9 por ciento en un mes. Algunos mercados "emergentes" más pequeños han sufrido caídas más grandes – 21 por ciento en Indonesia y 17 por ciento en Brasil. El mercado de acciones de China, que todavía sigue cerrado para el mundo exterior, continúa con su propia lógica de burbuja y empujado por su propia lógica de burbuja, continúa yendo contra la corriente aumentando 25 por ciento en el mismo periodo.

Algunos analistas en Wall Street están haciendo paralelos con el "Lunes Negro" de 1897, aunque entonces la liquidación fue mucho más abrupta – el Dow Jones cayó 22 por ciento en una sesión de negocios.

Incluso así, la turbulencia del mercado ha estremecido la confianza irracional de la clase capitalista y su creencia que el mundo estaba entrando en un nuevo "súper-ciclo" de expansión global prolongada.

"Dicen que una ampolleta se vuelve más brillante justo antes de quemarse", notó el Mercurio de San José (19 de agosto). "El promedio Dow Jones cerró con un promedio de 14.000 el 19 de julio, el más alto record de todos los tiempos pero detrás de esta marcha triunfante, las fundaciones habían sido erosionadas."

¿Bernanke al rescate?

El viernes 17 de agosto el FED (el Banco Central de EEUU) disminuyó su tasa de descuento, el costo de los préstamos a los bancos y otras compañías financieras. Aunque los mercados de valores se alinearon inmediatamente recuperando algunas de sus perdidas de los días previos, se inició un furioso debate acerca de porqué el FED estaba lanzando un salvavidas a los bancos y fondos de riesgo – los arquitectos de la crisis de los mercados secundarios de hipotecas - mientras las tasas de préstamo para millones de sacrificados dueños de hogar permanecían sin cambios.

La acción del FED subraya la profundidad de la crisis actual. Solamente dos días antes un funcionario del FED había declarado que solamente una "calamidad" haría que el FED implementara un recorte de tasas de emergencia. Hay un temor creciente que la ignición de los mercados secundarios de hipotecas pueda provocar colapsos bancarios, y mucha gente se pregunta ¿Qué sabe Bernanke que nosotros no sabemos?

Otro riesgo, igualmente serio, es que la rápida caída en precios de activos inflados (acciones u otros instrumentos financieros pero también propiedades) y niveles crecientes de endeudamiento impacte sobre los gastos de los consumidores y empuje la economía a la recesión.

Esto fue señalado detalladamente por el Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal como justificación del recorte de tasas del viernes: "Las condiciones del mercado financiero se han deteriorado, y las condiciones de estreches del crédito y la mayor incertidumbre tienen el potencial para frenar el crecimiento económico."

Es posible que el FED haya actuado porque una de las más importantes compañías financieras de EEUU estuviera cerca del colapso. Una sospechosa es Countrywide Financial, la mayor prestamista de hipotecas norteamericana, que acumula uno de cada seis préstamos de viviendas. Subrayando el hecho que el contagio de los mercados hipotecarios secundarios se esta extendiendo, Countrywide tiene relativamente poca exposición a los préstamos secundarios de hipotecas y hasta unas pocas semanas atrás estaba considerado uno de los "jugadores más sólidos" en el sector hipotecario de EEUU. Las acciones de la compañía se desplomaron 25 por ciento la semana pasada.

Así que, ¿La acción de la FED, ha conseguido detener la caída en picado de los mercados globales? Sobre este punto hay no poco pesimismo entre los actores financieros.

"Mi recomendación es no entrar en pánico. Pero van a haber una pocas semanas difíciles en el mercado," declaró un importante director de fondo de la City de Londres al the Independent el domingo (19 agosto).

Fiasco de las hipotecas secundarias

El crecimiento del sector de hipotecas secundarias fue el ingrediente clave en la burbuja de las viviendas provocada por las políticas de la FED como secuela de la quiebra de las punto com en 2000-01, donde las tasas de interés fueron recortadas a las más bajas en 40 años. Un flujo de crédito barato provocó políticas de préstamo maniacas por parte de las compañías financieras de EEUU, en búsqueda de mercados de inversión rentables. De algunas maneras esto guardaba semejanza con como los bancos occidentales presionaron a los países pobres en los años 70 para que tomaran enormes préstamos en condiciones fáciles, que luego fracasaron masivamente en la forma de la "Crisis de la Deuda del Tercer Mundo". Mientras creció la burbuja de la vivienda, las compañías financieras desarrollaron esquemas locos para convencer-timar a secciones todavía más grandes de la población de EEUU para que tomaran más deudas. Una de estas estratagemas fue la de los "préstamos Ninja" para solicitantes de crédito "¡Sin empleo, sin ingreso y sin activos!"

Cuado explotó la burbuja de la vivienda a finales de 2006, los precios de las casas comenzaron a caer y la morosidad de los préstamos se disparó a niveles records. El año pasado, más de un millón de norteamericanos perdió su hogar por ejecución hipotecaria. Al menos 70 compañías hipotecarias han enyrado en bancarrota o se han puesto en venta a si mismas, con el efecto dominó todavía en acción en el sector financiero.

Aunque el sector de hipotecas secundarias es significativo en si mismo, hay crecientes evidencias que la crisis se está extendiendo a las hipotecas norteamericanas "de primera". En semanas recientes ha habido señales de socorro de varias compañías que transan con préstamos "jumbo", llamados así porque superan el nivel de $417.000 dólares que compañías patrocinadas por el gobierno como Freddie Mac comprarian.

"Hecho en América"

En la era de la globalización capitalista con una interconexión sin precedentes de los mercados financieros, la crisis actual no puede encercarse en los EEUU. La práctica de "securitisation"(2) especialmente, mediante lo cual pequeñas participaciones de hipotecas secundarias y otra deuda de alto riesgo ha sido re-envasada y vendida a bancos y compañías de seguros en todo el mundo bajo la forma de productos financieros complejos tales como obligaciones de deuda coletarizadas (CDOs), ha agravado enormemente la situación. Hasta hace pocas semanas esta medicina-bruja financiera entusiasmaba a los economistas capitalistas que sostenían dispersaría – y por tanto disminuiría – el riesgo financiero.

La verdad es que, antes que disminuir el riesgo, la dispersión global ha tenido el efecto opuesto como estamos viendo ahora. Los fondos de riesgo se han transformado en los transportadores del virus de las hipotecas secundarias a cada rincón del sistema financiero global.

Como explicó The International Herald Tribune (6 agosto), "Este ciclo reparativo va a tomar mucho más tiempo porque no está concentrado en el sistema bancario como fue en los años 90".

La falta de transparencia y regulación en lo que concierne a los fondos de riesgo y mercados derivados significa que las autoridades, pero también los directivos bancarios y de fondos, ahora están operando a oscuras, sin capacidad de calibrar en toda su extensión el "contagio" financiero de la combustión de las hipotecas secundarias. A su vez esto a aumentado la aversión a todo riesgo dentro del sistema bancario – incluso hacia los productos financieros no conectados con préstamos de hipotecas secundarias.

Punto de inflexión.

Sin duda estos acontecimientos marcan un importante punto de inflexión para la economía capitalista global, señalando el fin de la era del crédito barato – al menos en los EEUU y la mayoría de los países de Europa Occidental - que ha alimentado el crecimiento económico global desde 2001. Sumando juntas las reservas de intercambio internacional de moneda y la base monetaria de EEUU, el suministro global de dólares ha aumentado a una tasa promedio sin precedentes de cerca del 18 por ciento en los cuatro años pasados, de acuerdo con The Economist (8 febrero 2007).

Como han advertido repetidamente los marxistas y algunos de los comentaristas capitalistas más sobrios, esta marea de liquidez ha creado desequilibrios insostenibles en la economía global – la enorme desalineación de las monedas, balanzas comerciales y niveles de inversión especialmente entre las economías capitalistas más antiguas de Occidente y las potencias económicas emergentes de Asia. También entre cada economía nacional hay desalineaciones extremas mientras la participación de los salarios en el producto en la mayoría de los países ha caído significativamente como consecuencia de las políticas neo-liberales - subcontratación, precarización, y desregulación. Esto ha producido ganancias sin precedente pero también una dependencia mayor que nunca del endeudamiento para prevenir un colapso en el gasto de los consumidores.

Diez años después de la crisis asiática que mostró a los hipócritas lideres norteamericanos y occidentales dando lecciones a los gobernantes y las masas asiáticas de lo derrochador, no rentable y opaco que era su tipo de capitalismo, los bancos occidentales y los gobiernos occidentales cortos de dinero pueden ser forzados a una dependencia incluso mayor de los "profundos bolsillos" del sector bancario asiático en su mayoría controlado por el estado para mantenerse a flote. Esto provocará agudos conflictos cuando fondos avalados por el gobierno entren a las economías occidentales no solamente como acreedores sino cada vez más como compradores en busca de gangas entre los escombros del mercado de valores.

Aunque la velocidad y la profundidad de la crisis sigue siendo una pregunta abierta, el estrechamiento de la liquidez global que está en curso tendrá consecuencias mayores en todo el espectro económico desde los (todavía inflados) precios de los activos, al gasto de los consumidores y la inversión. Una contracción del gasto de los consumidores en los EEUU rebotará alrededor del mundo, reduciendo la demanda de exportaciones chinas y de otros exportadores asiáticos y provocará un aumento del proteccionismo comercial.

Los predictores globales como el FMI de momento están aferrados a sus optimistas predicciones de un robusto crecimiento económico global de 5.4 por ciento para este año y el 2008. En particular, esperan que continúe el crecimiento recalentado en China, India y otros estados asiáticos. Pero en un cierto punto la explosión de burbujas de propiedad y activos, y el estrechamiento del crédito, impactarán incluso en aquellas regiones de la economía global que en la actualidad están experimentando un rápido crecimiento. Como señaló el portavoz del Primer Ministro de Singapore, "el principal riesgo negativo es la probabilidad que los problemas actuales en el mercado de crédito norteamericano se expandan a otros mercados financieros."

Incluso si los bancos centrales están comenzando a reducir las tasas de interés nuevamente, no hay garantía que las condiciones del crédito mejoren si el sistema financiero está sobrecargado con – todavía no declaradas – malas deudas. Después del estallido de su burbuja de propiedad y activos en 1990, el capitalismo japonés experimentó más de una década de estancamiento económico, a pesar que el Banco de Japón (BoJ) rebajó drásticamente las tasas de interés a cero.

Como predijo un analista: "Todo lo que el gobierno puede hacer es dilatar el día del juicio final inmobiliario, no lo pueden detener. El mercado inmobiliario norteamericano se dirige a una seria quiebra, al igual que otros mercados inmobiliarios alrededor del mundo."

En su estudio clásico El Imperialismo, Fase Superior Del Capitalismo, Lenín escribió que:

"Traducido al lenguaje humano común, esto significa que el desarrollo del capitalismo ha llegado a una etapa cuando, aunque la producción de mercancías todavía "reina" y sigue siendo considerada como la base de la vida económica, en realidad ha sido socavada y la mayor parte de las ganancias va a los "genios" de la manipulación financieras."

Operando fuera de controles gubernamentales incluso mínimos. Tres cuartos de los fondos de de inversión de riesgo están basados en las islas Caimán, un paraíso impositivo. Los políticos capitalistas tienen la total responsabilidad por esta situación – un grupo de trabajo de la administración Bush decidió tan recientemente como en febrero de este año que los fondos de riesgo "no necesitaban regulación," informó el Washington Post (4 julio 2007).

Desde el colapso que los fondos de inversión de riesgo de Administración de Capital a Largo Plazo colapsaron en 1988, planteando una amenaza mayor al sistema financiero, el volumen de dinero administrado por los fondos de riesgo de EEUU ha aumentado de cerca de $300 billones de dólares a bien por sobre $1 trillón de dólares. Globalmente, se supone que gestionan casi $2 trillones, aunque nadie está realmente seguro. El papel de los fondos de riesgo sirve mucho para explicar la volatilidad de la bolsa de valores en las recientes semanas.

Durante el auge del crédito, los bancos y las firmas de intermediación prestaron grandes sumas de dinero a fondos de inversión de riesgo y otros especuladores que condujeron a la baja las primas sobre activos riesgosos como aquellos basados en deuda hipotecaria secundaria. Ahora que ese mercado ha colapsado, los bancos y los intermediarios quieren que los fondos de riesgo consigan más garantías para respaldar préstamos marginales (3) o que vendan activos. Los ricos inversores detrás de la mayoría de los fondos de riesgo están pidiendo a gritos retirar sus inversiones.

Esto explica porqué, antes que el "vuelo hacia la calidad" que ocurre normalmente cuando los inversionistas huyen de los activos riesgosos, las acciones de muchas de las más grandes y presumiblemente más sólidas compañías han sido machacadas en el pánico bursátil de las últimas semanas. Las acciones en compañías como General Electric, Wal-Mart, Samsung y gigantes de la minería como BHP Billiton y Rio Tinto han sufrido una enorme bajada. Esto se debe parcialmente a que los fondos de riesgo han sido obligados a vender la mayor parte de sus nombres más líquidos para cubrirse contra perdidas del mercado secundario de hipotecas y otros activos de alto riesgo. Continuas caídas en el precio de las acciones puede causar grandes problemas, incluso a compañías con balances sanos, para conseguir nuevos préstamos, desbordando por lo tanto a inversiones y otras áreas de la economía del "mundo real".

(2) Consolidación (como préstamos hipotecarios) y venta a otros inversionistas para reventa al público bajo la forma de bonos o valores.

(3) Préstamos marginales son préstamos para adquirir acciones o valores.

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